sábado, 31 de mayo de 2008

En el punto de mira

Marcelino juega a la ruleta rusa

Esta temporada ha sido la de la confirmación de los jóvenes entrenadores que habían destacado en temporadas anteriores y por los que apostaran tanto equipos grandes como equipos humildes. Real Madrid, Getafe, Almería y Racing de Santander apostaron por técnicos de clase media con mucha proyección pero con poca experiencia en los banquillos. El Real Madrid, que acababa de ganar la Liga con Fabio Capello en el banquillo, decidió substituir al italiano por Bernd Schuster un técnico que contaba con el poco bagaje de dirigir al Getafe y clasificarlo para la UEFA. El propio Getafe decidió arriesgarse y contratar a Laudrup, escasa experiencia en Dinamarca, quien consiguió superar a su predecesor y llevar al equipo getafense a la final de la Copa y a cuartos de final de la Copa de la UEFA. El Almería, recién ascendido de la Liga BBVA, confió en el técnico del ascenso, un Unai Emery que ya había acaparado portadas en su estancia anterior en Lorca y que consiguió el objetivo de la permanencia.

Pero sin lugar a dudas el entrenador que más halagos se ha ganado durante esta temporada es Marcelino García Toral. Llegó al Racing de Santander avalado por la permanencia lograda con el Recreativo de Huelva en su anterior campaña y lo ha dejado considerado como uno de los mejores entrenadores españoles del momento. Con un equipo sin estrellas y con una contención económica importante ha conseguido algo que nadie se esperaba al principio de temporada. La permanencia era el objetivo real del equipo santanderino aunque Marcelino se haya empeñado en que su equipo luchase por la UEFA y, en momentos concretos de la temporada, por la Champions.

En la última jornada consiguieron la anhelada clasificación para la Copa de la UEFA del próximo año clausurando así un año magnífico en el que los aficionados cántabros se han sentido muy identificados con el equipo llenando en más de una ocasión El Sardinero. Sin embargo a pesar de poder disfrutar el próximo año de su primera competición europea Marcelino ha dado un paso adelante y se ha marcado un nuevo reto. Algo de la misma dificultad o más que lo logrado esta temporada porque el equipo al que se incorporará es un club que no está habituado a vivir en la situación actual y mucho menos con la plantilla que se había configurado en el verano. El Zaragoza iniciaba la temporada con el sueño de conseguir algo grande, se hablaba de hacer un buen papel en ambas copas, UEFA y Copa del Rey, intentando incluso llevar algún título a la vitrina blanquiazul, así como clasificarse para la Champions League. Sin embargo una temprana eliminación de la Copa de la UEFA, en la eliminatoria previa a la fase de grupos, y una mala marcha en Liga con Víctor Fernández provocó unos cambios constantes de técnicos que han derivado en su situación actual, descendidos a Segunda División.

Muchas personas criticarán a Marcelino por creer que deja Santander por la capital maña para incrementar sus emolumentos mensuales. Nada más lejos de la realidad según la opinión de quién escribe estas líneas. Puede parecer un paso atrás en su meteórica carrera hacia el banquillo de un club grande en la Primera División, pero, sin embargo, es un nuevo objetivo, una nueva barrera que superar para un técnico que ha hecho mucho y bien en poco tiempo. Conseguir que una plantilla acostumbrada a jugar en la “ Liga de las Estrellas” se adapte a una categoría correosa y dura como es la Liga BBVA no es nada fácil pero cuando eso consiga Marcelino, su futuro no habrá hecho nada más que comenzar. Marcelino ha sido muy valiente, ha buscado nuevos retos a cambio de aparcar temporalmente su ilusión de dirigir a un equipo en Competición Europea. El paso del Zaragoza por la Segunda División no será ni mucho menos fácil pero si un poco más sencillo al contar con un genio de los banquillos como es el asturiano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Decisión tan valiente como arriesgada. Se va a un SEgunda con la obligación de subir. Dura tarea de Marcelino, pero ya ha demostrado que sabe ascender con un club como hizo con el Recreativo. Un abrazo.