Hoy estoy gravemente desilusionado y afectado. No tanto por el doloroso empate contra el Livorno sino también por la grave lesión sufrida por Francesco Totti. Nos enfrentábamos a las seis de la tarde al Livorno de Tavano y Diego Tristán que llegaba al partido necesitado de puntos al encontrarse en la última posición de la tabla y en una situación muy difícil. Se presentaba un partido no muy difícil porque es cierto que el equipo toscano se jugaba toda la temporada pero su plantilla parecía insignificante al lado de la del equipo capitalino que, a excepción de Aquilani, contaba con todos sus jugadores titulares. No hemos jugado nuestro mejor partido de la temporada pero si lo suficiente para crear ocasiones de gol y habernos llevado un partido que nos habría acercado a un punto a falta del partido del Inter mañana contra el Torino fuera de casa. Vucinic nos adelantó en el minuto 54 en un buen gol de cabeza pero cuando todo parecía cuesta abajo y la Roma gozaba de sus mejores oportunidades Diamanti conseguía un gol que derrumbaba todas las ilusiones de la afición local. El Scudetto se veía más lejos que nunca, sin il Capitano en el campo, se antojaba una difícil victoria que sin embargo tuvieron los jugadores romanos en sus botas, o mejor dicho, en sus cabezas.
Vucinic y Panucci tuvieron en dos buenos cabezazos el sueño del Scudetto pero Amelia se empeñó en que el Inter lo pueda decidir antes. Mañana los aficionados de la Roma nos sentaremos delante del televisor para intentar soñar porque es difícil hacerlo pero si el Torino vence nuestras posibilidades aumentarían de forma considerable. Hoy el Scudetto está más lejos que nunca pero como en fútbol puede pasar de todo mañana puede estar más cerca que en toda la temporada.
Si, me preocupa el Scudetto, pero mucho más me preocupa Totti. Il Capitano, nuestro jugador bandera, ha sufrido una rotura de ligamento cruzado que le apartará del equipo cerca de 5 o 6 meses por lo que llegará forzado al inicio de la siguiente campaña.
Nos jugaremos el Scudetto, siempre y cuando el Inter no gane mañana, y la Coppa de Italia sin el jugador que marca las diferencias en nuestro equipo y con la moral muy baja. La imagen de De Rossi con la moral hundida al final del partido es el fiel reflejo de lo que siente una hinchada que está preocupada por su equipo pero aún más por Francesco Totti. Porque la Totti sin la Roma no sería el mismo, pero la Roma sin Totti no será la Roma. Francesco es mucho más que la estrella del equipo. Es un símbolo y una leyenda por eso ora tutti con il Totti.
ANIMO FRANCESCO!!